© Paint Art by Ativ
No puedo
ser de piedra y callar ante muchas cosas que veo a diario...
Ha
sido mucho lo que he escuchado entre amigos y conocidos, cuan excluidos se han
sentido en muchos momentos de sus vidas por alguno de sus padres. De alguna
manera se sintieron manipulados a conveniencia de ellos, sus padres. Y un
máximo número ha sido en las relaciones en las que los padres se divorcian y
quedan hijos.
Padres
que con sus manipulaciones arrastran con ellos sentimientos de frustración por
haber elegido casarse con esa persona que hoy dicen no pueden ver ni en
pintura. Ese sentimiento no solo los está destruyendo a ellos, sino a sus hijos
de igual modo. Eso conlleva a que sus hijos a una edad temprana comiencen
a experimentar inestabilidad en muchos aspectos de su vida. Puedo imaginar lo
mal que esos hijos se han de sentir al escuchar a sus padres refiriéndose negativamente
el uno del otro.
Eso
me hace formularme muchas preguntas:
¿Acaso
el haber tenido hijos con esa persona ha sido un error para ellos también?
Bueno, imagino que ver a sus hijos les tienen que recordar que son hijos del
padre que eligieron para sus hijos… pero, ¿y que culpa tienen ellos de sus
decisiones?
A
esos padres solo quiero decirles que sus hijos no pidieron venir a este mundo
que si usted todo la decisión de casarse, convivir, tener relaciones fue
únicamente porque así usted lo deseo en determinado momento. Por tal razón sus
hijos no tienen por qué estar escuchando sus maldiciones en contra de su ex
pareja. No manipule a sus hijos, no los use como escudo para ponerlos en contra
de su ex pareja. Eso no es sano para sus hijos, ni para usted mismo.
Al
final y al cabo los hijos crecen y toman sus propias decisiones. Por más mal
padre que este haya sido eso no excluirá que el hijo necesite de la figura
paterna y mucho menos eso hará que el hijo deje de amar a su padre o a su
madre.
Lamentablemente
hoy en día vemos mucho como como la madre habla mal del hombre que escogió un
día y en otras ocasiones escuchamos al padre hablar igual de la madre frente a
sus hijos. El chantaje y la manipulación son sus bases para intentar salirse con la suya.
Hoy
son pocos los que guardan respeto a sus decisiones tomadas en un pasado y
guardan una sana relación por el bienestar de sus hijos. Y de esos también conozco y admiro como
pueden estar sentados todos en una mesa, compartiendo juntos con sus actuales
parejas sanamente, sin resentimiento y formando parte de la vida y logros de
sus hijos.
Lo
cierto es que no importa la edad que se tenga, la figura de un padre o una
madre es de vital importancia en el crecimiento y desarrollo sano y emocional
de cada niño.
Puede
ser que uno de los padres haya estado ausente en la vida de su hijo pero eso no
da derecho a maldecir o hablar mal de esa persona que un día algo nos unió
sentimentalmente o emocionalmente a esa persona. Que las cosas no resultaron
como deseábamos, no nos da el derecho de menospreciar, humillar y hablar a
nuestros hijos mal de sus padres.
A
la larga ellos crecen, maduran y toman sus propias conclusiones. Y créame, no
importa lo mal padre o mala madre que hayan sido, hay vínculos y sentimientos
muy poderosos que unen y alivianan muchos dolores, y hacen olvidarnos de la
carencia en muchos aspectos así como de muchas decepciones y ese el amor y el
perdón.
Donde
este tipo de situaciones ocurre sencillamente es porque ninguno se ha
perdonado, ninguno ha superado esa etapa de su vida. Es más grande el dolor e
incluso es más grande el mismo resentimiento que tienen por sus decisiones, que
no pueden, ni saben perdonar y menos olvidar y poder sanar sus heridas, para
así caminar sanamente por la vida.
No
todo lo que decimos hacer por nuestros hijos, realmente se hace por ellos.
Muchas veces lo hacemos por nosotros mismos, llegando a sí mismos actuar
egoístamente. Solo porque no soportamos verle la casa a nuestra ex pareja,
porque aún le amamos y no deseamos que sea feliz con otra persona, o porque no
hemos superado el dolor de la separación, o porque no hemos superado alguna traición,
o porque según nosotros nos troncharon la vida… son muchas las cosas que un
padre puede sentir en medio de un divorcio o una separación, pero porque
debemos involucrar a nuestros hijos.
Viven
con una amargura, viven con un odio que los carcome. En varios casos he
visto que uno de los dos sigue amando a lo que llama el amor de su vida y la
otra parte maldice lo que considera ha sido su peor error. Lo grande es que los
hijos son los que pagan todas estas situaciones, ellos que no pidieron y no
escogieron quien sería su padre o su madre, son los que sufren las acciones de
sus padres. Más sin embargo es cuando la vida se nos vuelve irónica y es que
muchos de estos padres son educados por los propios hijos tarde o temprano.
Yo
me pregunto cómo pueden vivir con tanto peso en sus hombros. A caso no le es
suficiente su presente, como para continuar cargando su pasado. Como pueden
rehacer su vida, si siguen cargando el peso de lo que no fue y se acabó?
Créame
que si yo cargara mi pasado, no podría llevar mi presente porque mi presente
está demasiado cargado.
Es
una verdadera pena ver qué sigan arrastrando tanto resentimiento en sus
vidas... no son felices en los más profundo de su ser, y no permiten que sus
hijos escojan lo que nos hace feliz y eso toca muchos aspectos en la vida de
sus hijos.
El
hecho de haber vivido más, no quiere decir que lo sepan todo. La vida es un
constante aprendizaje. Por tal razón no comprendo porque siempre los
padres quieren decidir en la vida de los hijos. Quiero que seas esto cuando
grande, esa profesión es mediocre deberías aspirar hacer médico, porque siempre
estas detrás de tu padre, deja que te busque, no lo llames… entre muchos cosa
que podemos escuchar de boca de los padres o madres. Esto no es algo de ahora,
pero hoy en día es el pan nuestro de cada día…
Creo
que ha sido suficiente. ¿Quieres un hijo sano? ¿Quieres que tu hijo ame a su
prójimo? ¿Quieres que tu hijo no maltrate a un animal? Comienza por dar el
ejemplo tu, tu eres el adulto, el solo un niño, un adolescente que aprende de
lo que ve y escucha.
Por
ese gran amor que dices sentir por su hijo o hija… Déjenlos ser, los hijos se
educan de la mejor forma, nuestros hijos no nos pertenecen. Solo somos
instrumentos para traerlos al mundo y ofrecerle el amor, enseñarle los valores
que ellos deben adoptar para ser personas de bien. Enséñale todo lo que
necesitaran para transitar por esta vida, pero déjalos ser.
Fomenta
los buenos valores, fomenta modales. Esto no quiere decir que serán perfectos y
que no cometerán errores. No, eso solo les mostrara a los hijos al final y al
cabo de que fuiste un buen guía.
Si
le enseñas a odiar eso aprenderán, pero no prevalecerá, porque cuando
aprendemos a apreciar la vida nos damos cuenta de que lo que veíamos, lo que nos
enseñaban no era lo correcto, eso que nos decían no era cierto.
Cada quien viene al mundo con
personalidad propia y voz individual. Por tal razón, a los hijos nunca se
ponen en contra de sus padres... no importa si se han perdido toda la vida a
sus hijos… Un padre siempre es un padre, una madre siempre será una madre y un
hijo jamás dejara de ser hijo.
SUPERA
las cosas que aun te duelen de tu pasado y no mezcles a tus hijos, no maldigas
lo que tu elegiste vivir, no humilles, no hables mal del quien elegiste tu como
padre o madre de tu hijos. No fomentes el odio y el rencor en tus hijos. Puede que
cuando ellos estén pequeños te sigan los pasos, pero al crecer ellos tendrán sus propias conclusiones y ellos
tomaran sus propias decisiones.
Influye
en la vida de tus hijos pero de manera positiva. Al final eso es lo que te
traerá recompensa a tu vida, a tu alma, a tu paz espiritual, eso es lo que
marcara la diferencia entre la palabra buen padre y llegar a serlo. Da el ejemplo.
Despierta!,
Sana!, Perdona!, Supera! Y Fluye!!!
Tus
hijos no tienen la culpa de tu amargura. Y no tienen por qué vivirla.
Aprovecha
el tiempo, aprovecha la vida que hoy tienes... sana, crece, reconstrúyete, edifícate para que puedas edificar.
© Ativ 2014
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