En muchos
momentos en nuestra vida pasamos por situaciones fuertes… pérdidas,
fracasos, tristezas, caídas, angustias, dolores, enfermedades, quebrantos. Y es
precisamente en esos momentos en donde sentimos que nos encontramos en el fondo
del abismo, donde debemos aprender a observar y a escuchar. Se nos habla de
muchas maneras y no prestamos atención. No observamos, solo vemos; No
escuchamos, solo oímos.
Eleva tu
mirada, pide ver y entender las señales. No permitas que la angustia y la desesperación
te hagan tomar decisiones repentinas que no te conducirán a ningún camino. El
tomar decisiones apresuradas pueden que te dejen en el mismo lugar o incluso llegar
a sentirte más perdido. Debes detenerte, pensar, meditar, analizar y tomar
decisiones para tu beneficio personal.
Identifica
las cosas que te suceden a diario. Interpreta que señales te están
enviando. Aquí un breve ejemplo de alguna de las que puedes encontrar:
-Personas
que nos encontramos al azar en la calle, personas que podemos conocer o que
bien no conocemos y nos dejan algún mensaje.
-Encontrarte
en algún sitio y de repente escuchas una conversación, que te hace sentir bien.
-Incluso
pasas por algún lugar y lees algo que te motiva hacer algo.
-Abrir un
libro y leer al azar algún estrofa y te brinda paz.
-Escuchar
una melodía.
-Un poema,
un verso.
-Enciendes
el radio y lo que hablan sientes que esta escrito para ti.
-Tener un
sueño raro.
-De repente
te llega un halo de inspiración.
-Nuestra voz
interior hablándonos.
-Contemplar
el cielo y descubrir alguna forma en el cielo.
-Estar en un
parque y darte cuenta de cómo ha crecido una hermosa flor entre piedras, quebrándolas
para darse vida y florecer entre lo que pudiéramos ver es un escombro.
Cuando
buscamos respuestas, la vida no tarda en respondernos. Solo presta atención con
cautela.
Todo nos
habla, son muchas
las cosas que se nos aparecen y suceden a diario, todo en la vida nos dice algo que nos inspira, que nos ilumina y nos guía.
Enfócate,
escucha, aprende, descubre... y re-descúbrete... ábrete y vuela.
© Ativ